Un plato muy económico a la par que delicioso, para los paladares más selectos. Perfecto para dietas. Receta para 4 personas.
INGREDIENTES:
- 4 pechugas de pollo (conozco gente que lo hace con un pollo troceado)
- 1 bote de piña al natural grande y 1 mediano.
- Medio vaso de vino blanco
- Sal
- Pimienta
- Aceite de girasól
Para acompañar: Patatas fritas.
PREPARACIÓN:
- Atención: Este plato es recomendable empezar a hacerlo el día anterior.
- Cortamos a trocitos las pechugas de pollo (yo las compro ya fileteadas y así me evito trabajo, ya que solo hay que cortar trocitos de cada filete y quedan más igualados)
- Una vez cortadas salamos al gusto.
- Ponemos en una fiambrera o bol, las pechugas troceadas y el "zumo" de los dos botes de piña. Después metemos en el frigorífico para dejar macerar (este es el paso que recomiendo hacer el día de antes, pero si no lo has hecho, al menos unas horas debes de dejarlo macerando para que la carne coja sabor).
- Una vez macerada la carne empezamos con la receta.
- Si vamos a acompañar el plato con patatas fritas, hay que saber que hay dos maneras de hacerlo. Una de ellas es la típica, freír patatas y ponerlas a parte. La otra manera es freírlas y añadirlas a la salsa en los últimos minutos de cocción. Si este es el caso, el primer paso será pelar y freír las patatas. (yo uso las congeladas con forma de gajos, como las delux de Mc Donals, que venden en el supermercado)
- En una sartén grande u olla ponemos a calentar aceite.
- Cuando ya esté caliente ponemos las pechugas bien escurridas a sofreír a fuego medio y reservamos el "zumo" sobrante.
- Se cortan las rodajas de piña en trocitos como mucho de un dedo y medio de anchura y se salan al gusto (no pongáis toda la piña ya que si no, endulzareis demasiado el guiso. La primera vez ir probando con medio bote del grande, a lo sumo el bote entero)
- Cuando las pechugas estén empezando a dorarse añadimos los trocitos de piña y dejamos que se tuesten.
- Una vez veamos que todo está dorado añadimos el caldo de la piña y el vino blanco.
- Si hemos elegido la opción de las patatas en el guiso, será en este punto cuando se añadan ya fritas anteriormente.
- Ponemos una pizca de pimienta y dejamos reducir la salsa a fuego lento.
- Vamos rectificando de sal mientras la salsa va reduciendo. (Ojo, si veis que hay bastante caldo no tapéis la sartén)
- Si queremos espesar un poco la salsa, bastará con añadirle un poco de maicena, harina o pan rallado.
Receta de mi amiga Chus García
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